Andrea Lanfri y su equipo llevan ya un par de semanas en el Campo Base: ¿Cómo está yendo la aventura que llevará al atleta a “Tocar el cielo con tres dedos”?
Los días hasta ahora han pasado rápido, marcados por los preparativos para el gran desafío y el entrenamiento en el hielo. Desde su llegada al Campo Base, cada día empieza con una caminata o un entrenamiento con palas y cuerdas fijas en el Ice Fall – “el patio de recreo de Andrea”- como lo apodó su Entrenador mental, Luca Montanari.
A medida que pasaban los días, el grupo entraba cada vez más en simbiosis con el entorno:
“No sabría cómo describir esta sensación, me siento parte del lugar que estamos experimentando, diría que me siento incorporado en el entorno”, escribe Lanfri en las redes sociales.
La primera fase de aclimatación
Después de los tres primeros días desde su llegada al Campo Base, Andrea Lanfri y Luca Montanari comienzan la fase uno de aclimatación propiamente dicha.
Para ello, vuelven a Lobuche, pasando de los 5350 m del Campo Base a los 4900 m, desde donde se inicia el ascenso a Lobuche Este.
El 8 de abril, tras una etapa intermedia en el campamento avanzado, los dos alpinistas alcanzan su segunda cumbre situada en 6119 m.
Entrenamientos y rituales propiciatorios
Tras regresar al Campo Base, inició la preparación para la fase dos de aclimatación: el ascenso a los campos de altura, situados a más de 7.000 metros de altitud, donde normalmente se detienen los alpinistas.
Durante este tiempo, los atletas participan en la tradicional ceremonia de la ‘Puja‘, el ritual propiciatorio dedicado a la montaña. Durante este ritual, sherpas y alpinistas rinden homenaje a los dioses de la montaña con oraciones y ofrendas, recitando mantras y entonando himnos sagrados para que bendigan a la expedición y solicitando protección a la Montaña.
El último ascenso antes del Everest
Con la salida a la vuelta de la esquina, cada decisión se vuelve crucial, y los atletas deben dosificar su energía física y mental de la manera más oportuna para el ascenso a la cima.
El 22 de abril, Andrea Lanfri y su Entrenador Mental Deportivo, Luca Montanari. organizan una reunión informativa con su equipo de Sherpas. Después de verificar con atención las condiciones meteorológicas y las etapas del ascenso, deciden salir el 24 de abril y regresar al Campo Base entre el 28 y el 29 de abril.
El grupo sale puntualmente hacia los campamentos de altura y, tras dos días de ascenso, llega a la estación intermedia, situada a 6.400 metros de altitud.
Finalmente, el 27 de abril, Andrea Lanfri y su guía completan su aclimatación, alcanzando los 7000 metros de altitud del campo 2.
El regreso al Campo Base está previsto para hoy, 28 de abril. El siguiente paso consistirá en los preparativos para el reto final, la cumbre del Everest.
Estas son las últimas reflexiones de los protagonistas de nuestra historia:
“Llega un momento en la vida en el que no queda más remedio que recorrer tu camino hasta el final. Es el momento de perseguir tus sueños, es el momento de despegar, siendo fuerte en tus convicciones”.